Recuperación del empleo en América Latina y el Caribe se ve frenada por bajo crecimiento económico y crisis global

Según el informe de la OIT, Panorama Laboral en América Latina y el Caribe 2022, la tasa de desocupación regional llegó a 7,9% y regresó a niveles prepandemia. La organización estima que el panorama podría complicarse debido a un incremento en la informalidad y la pobreza laboral.

Tras la pandemia por Covid-19, América Latina y el Caribe registraron una importante recuperación del empleo. Sin embargo, los mercados laborales de la región actualmente enfrentan un futuro complejo e incierto. Según lo dicho este jueves por la Organización Internacional del Trabajo, lo que queda de 2022 podría estar marcado por un aumento en la desocupación, la informalidad y el número de trabajadores pobres.

A fines de 2021 se proyectaba para la región una significativa desaceleración de la tasa de crecimiento económico y un retorno hacia los bajos niveles registrados en el periodo 2014-2019. Esto debido al gradual retiro de los estímulos fiscales y monetarios en un contexto de aumento de la tasa de inflación.

A este ambiente se sumó la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022, lo que tuvo impactos directos, derivados del aumento de los precios internacionales de la energía y los alimentos, e indirectos, relacionados con el deterioro general de la economía mundial. Como resultado también se vio afectada la cantidad y calidad de los empleos en América Latina y el Caribe.

Según la OIT la suma de estas circunstancias podría prolongar el fuerte impacto laboral de la crisis por la pandemia en la región.

“La creación de empleo formal será clave para enfrentar un escenario de menor dinamismo económico y pérdida del poder adquisitivo”, dijo Claudia Coenjaerts, Directora Regional a.i. de la OIT para América Latina y el Caribe.

La OIT destacó que, de acuerdo con los datos más recientes, del primer trimestre de 2022, la tasa de desocupación promedio de la región es de 7,9%, la tasa de ocupación de 57,2%, y la tasa de participación en la fuerza de trabajo de 62,1%. Estos niveles se aproximan a los del primer trimestre de 2019, periodo utilizado para hacer la comparación con la situación previa a la pandemia.

Alta informalidad

“La recuperación de las tasas regionales es una noticia positiva después del impacto devastador que tuvo el Covid-19”, dijo Coenjaerts. Pero al mismo tiempo advirtió que “una mayor informalidad y un aumento en el número de trabajadores pobres, se están configurando como grandes desafíos para los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe en 2022”. 

El informe de la OIT precisa que, entre 50% y 80% de las ocupaciones generadas en el proceso de recuperación han sido en condiciones de informalidad. Esto ha provocado que la tasa de informalidad regional, que experimentó bajas al inicio de la crisis por la pandemia, regresara a los niveles pre pandemia.

“Esto significa que una de cada dos personas ocupadas están en condiciones de informalidad en la región. Son trabajos inestables, en general con bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales”, explicó la economista laboral de la Oficina Regional de OIT y autora del informe, Roxana Maurizio.

La OIT destacó que, frente a este escenario, los países de la región deben enfocarse en fomentar la creación de más puestos de trabajo formales, con una coordinación con políticas activas, sectoriales y formación profesional. También consideró esencial el fortalecimiento de las instituciones laborales, en particular, el salario mínimo y la negociación colectiva en un marco de diálogo social.